Tiene el hombre capacidad de abordar todo lo que le acontece? (2)
Este artículo refleja el desbordamiento que sufre el hombre moderno en el uso de las nuevas tecnologías.
Infoxicación – Alfons Cornellà – 2005-10-25
En su momento tuve el atrevimiento de definir un neologismo que ha tenido cierto éxito: infoxicación. La palabra surgía para definir la situación de exceso informacional, de intoxicación informacional, en la que tienes más información para procesar de la que humanamente puedes, y, como consecuencia, surge la ansiedad (algo que se ha denominado técnicamente information fatigue syndrome). En inglés el término es information overload (sobrecarga informacional). Pues bien, la infoxicación es ya un problema de nuestra sociedad y, por tanto, también una gran fuente de oportunidades. Cuando definí el término, Google no existía. El spam era, quizás, una predicción de algún visionario al que nadie hizo caso. La situación es hoy peor de lo que podíamos imaginar.El ancho de banda, en términos genéricos de cantidad de información que recibes por unidad de tiempo, no para, y no parará, de crecer. Los estímulos que recibiremos en forma de mail, audio, video, teléfono, mensajería instantánea, etc., crecen descontroladamente. Es cada vez más barato enviar un bit a donde sea. Pero la variable humana informacionalmente crítica, que es la atención, es justamente la opuesta del ancho de banda: la cantidad de tiempo que podemos dedicar a cada input es cada vez menor, porque debemos repartir la cantidad finita de tiempo del que disponemos a más y más elementos de información. Nuestra atención es “el” recurso escaso.Hay que diseñar instrumentos para reducir el ruido informacional que recibimos, y de aumentar la productividad del tiempo de atención de que disponemos. De hecho, ya tenemos herramientas para hacerlo, pero no las usamos debidamente. Por ejemplo, uno puede usar los lectores de feed para recibir automáticamente lo que se va publicando en las páginas que nos interesan, sin necesidad de acudir a ellas, en una evolución de gran calado desde los mass media (medios de masa) a los my media (mis medios). Pero el problema es ser selectivo a la hora de suscribirse a qué espacios.Pero el punto crítico está, en mi opinión, en comunicar más eficientemente. En sintetizar el mensaje, en presentarlo de forma atractiva, en combinar textos e imágenes y cualquier otro formato que le de riqueza y facilite su comprensión. En explicar historias más que en dar datos. En sintonizar lo que quieres comunicar con el momento de atención del receptor; o sea, en saber encontrar cuándo éste está en el mejor estado de ánimo para poder digerir (metabolizar) la información que se le da. Presentar la información en una dieta informacional que sea útil y emocionante (es información lo que sorprende, no lo que ya sabemos). Porque la información que llega sin criterio o sin pasión, es ruido. Y el ruido molesta.
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