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lunes, marzo 03, 2008

Adopcion.Nací en Arteixo. El relato de una hija y madre adoptiva

Esta historia nos la ha enviado una lectora de este blog que además es madre adoptiva.


Es la historia cuya protagonista es Eva Gispert, una hija adoptiva , actualmente ya madre de 3 hijos (2 biológicos y 1 adoptado), que nos relata en primera persona los sentimientos que la adopción ha hecho aflorar en el transcurso de su vida.

Nos habla de lo mucho que quiere y la quieren sus padres, lo qué sintió cuando conoció a su madre biológica, y cómo a medida que se iba haciendo mayor, el hecho de ser adoptada iba configurando con ella su propia historia ; cuando a los 6 años supo que era adoptada, cuando en la adolescencia se apoderó de ella una sensación de vacío que luego se repetiría mucho más tarde después de conocer a su madre biológica, y cómo finalmente con la ayuda de un buen profesional consiguió superar con las terapias adecuadas.

Es un relato crudo por la sinceridad con la que está escrito, y aunque se trate de un caso particular, estoy convencido que a todos los que lo leáis os hará pensar sobre cómo la adopción puede condicionar la vida de nuestros hijos, aunque ésta se haya producido en las edades más tempranas.

Me ha gustado mucho y espero que vosotros le saquéis el mismo partido.

Otros relatos escritos por los protagonistas de la adopción :









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SOMOS DE VERDAD CONSCIENTES DE LOS SENTIMIENTOS QUE DESPIERTA LA ADOPCIÓN?

Dicen que nací el 28 de enero de 1967 en Arteixo, la Corunya, y en cambio mi partida de nacimiento indica que soy del 2 de enero. Jesusa, la madre biológica, se quedó viuda con 4 hijos a su cargo, todos varones. Fruto de una relación posterior me tuvo a mi. Parece ser que tenía muchas dificultades para poder tirar adelante y dejó a los 5 niños en un orfanato para así poder ir a trabajar.

Mis padres, Emili y Paquita, llevaban ya 20 años casados y deseaban una niña. Vivían en un pequeño pueblo de la provincia de Girona, Llagostera. Yo tenía 2 meses cuando me vinieron a buscar al orfanato. Mi madre siempre me lo explica. Estaba lleno de niños que con sus ojos te decían – cógeme a mi por favor! Las monjas les indicaron quién iba a ser su hija, me tuvieron un rato en brazos, y dice que no tuvo ni u ápice de duda de que era suya.

Esta es la imagen que a mi me ha quedado. El sentimiento que todo niño necesita tener: que su nacimiento es un hecho único y especial. Y esto es tan importante para cualquier niño! Siempre he sentido que mis padres me querían y me deseaban, en que este sentimiento les llenaba el corazón y toda su existencia desde que entré en sus vidas.

Es por esto que cuando a los 6 años supe a través de una amiga que yo era adoptada, me fui llorando a casa. Mi madre me explicó con los ojos llorosos toda esta historia, añadiendo que me querían , me querían muchísimo! Esto era lo importante y no, de dónde había salido. Los niños son de quien los cría y los educa, decía siempre mi madre. Este sentimiento y esta convicción es la que me ha acompañado toda la vida y esto tiene consecuencias en las relaciones que vas haciendo. Nunca he tenido una gran curiosidad en conocer aspectos de mi otra vida Sí que a menudo me imaginaba cómo habría sido el hecho de vivir en la Coruña rodeada de 4 hermanos mayores, todo chicos. Me hubiera gustado ver a mi madre biológica sólo para comprobar qué rasgos tanto de mi personalidad como físicos teníamos en común “mi madre” biológica y yo. Me cuesta escribir las dos palabras juntar “mi” y “madre”. No la siento, ni mía, ni madre. Esto es lo que sentí cuando vino a conocerme ahora hará unos 7 u 8 años.

Mi infancia la recuerdo feliz, con mucha libertad, y tenía muchos amigos. Era una niña extrovertida, abierta y con mucha fuerza interior. Me sentía muy querida tanto por mis padres como por toda la gente del pueblo. Siempre he pensado que para los niños adoptados, las raíces son muy importantes y perduran en el niño de una forma diferente porque las necesita más que a los demás. La adolescencia fue más difícil. Hacía muchas actividades. Ahora pienso que era una escapada hacia delante. Hacia los 14, 15 años comencé a experimentar un sentimiento de soledad y de desolación que durante toda la vida me ha acompañado y he tenido que afrontar. Tuve episodios de insomnio. Me invadía una angustia que me aclaparaba y me hacía sufrir mucho. Pedía ayuda a mis padres desesperada. Ellos no sabían como pararlo. Pensé que lo mejor era no hacer demasiado caso. Seguramente si se hubiera tratado bien es ese momento, me hubiese ahorrado una gran parte del sufrimiento posterior.

Nunca más he dormido bien del todo. En periodos de estrés, este insomnio ha ido apareciendo así como este sentimiento de soledad. No supe nunca de dónde me venía. Pero es ahora, una vez mayor, cuando empecé a pensar que el hecho de la adopción debía tener alguna cosa que ver. La relación con mi madre no era fácil pero tampoco más difícil que cualquier relación madre e hija. Yo era una niña muy rebelde, con mucho amor propio e instinto de superación, con una personalidad, y había crecido en un ambiente de mucha libertad. Mi madre era una persona muy introvertida, y las muestras de afecto conforme me iba haciendo mayor, se le hacían más difíciles. Todos los niños necesitan mucho estas muestras de afecto pero en un hijo adoptado todavía son más importantes. Las busca en la mirada, en los gestos de sus padres, de los amigos, de las parejas que escoge, así como en toda la gente que lo rodea.

Con el nacimiento de mis dos primeros hijos pensé que a lo mejor me afloraría algún sentimiento o sensación hacia la adopción. No fue así. Sí que pensé en ello, pero seguia convencida de que el nacimiento es un hecho anecdótico, una experiencia maravillosa en sí misma, pero nada más.

Todo cambió cuando hace 7 u 8 años, se presentó Jesusa en mi casa. Había a averiguado mis apellidos actuales, así como mi dirección, y no quería morirse, decía, sin conocerme y saber que yo estaba bien. Supe al momento que era ella cuando empezó a hablar con acento gallego. En el momento en que se produjo la visita, en ese momento sentí pena y compasión hacia aquella mujer que me explicaba buscando mi comprensión de que no me había entregado en adopción por voluntad propia. Yo también quería que supiera que me había sentido muy querida por mis padres y que estaba muy orgullosa de como me habían educado.

Fue después, al día siguiente, cuando empecé a experimentar un sentimiento de rechazo y de desolación. No sabía que me pasaba. A partir de entonces, y es posible que fuera también porque me coincidió con otras circunstancias de mi vida, empecé a sentir que muchas de las cosas que había estado haciendo hasta entonces, no me llenaban ni me hacían ilusión. Mi autoestima estaba en crisis, y tuve que replantearme muchas cosas. Con la ayuda de una terapeuta he desarrollado todo un trabajo interior : aceptar que posiblemente, aunque no era consciente en un primer momento, el hecho de ser adoptada implica una manera de afrontar la vida y las relaciones, diferente a como lo haría cualquier otra persona.

Es por esta razón que cuando decidimos adoptar a nuestro tercer hijo, yo era plenamente consciente. Me resultó de mucha utilidad el proceso de idoneidad que tuvimos que pasar para adoptarlo. Muchas de las cosas que nos decía el equipo de terapeutas las constataba como propias, y me servían para poner nombre y ubicar muchos de los sentimientos que había ido experimentando en el transcurso de mi vida.

Melkamu nació en Etiopía, tiene 7 años y en febrero hará un año que está con nosotros. Todo este proceso y trabajo que he hecho, me ha permitido darme cuenta que el hehco de ser adoptado te hace diferente, aunque hayas sido querido y te hayan adoptado siendo, muy, muy pequeña. Negar o tapar todos los sentimientos que este hecho te provoca , y no gestionarlos adecuadamente puede hacerte sentir muy mal y desubicado. Es ahora, después de mucho tiempo, que soy plenamente consciente de lo importante que es para un niño adoptado la aprobación y el afecto, y como puede girar tu vida alrededor de estos dos conceptos.
Ser muy consciente y gestionarlo correctamente te puede hacer que las cosas te resulten mucho mas fácil y verlo todo con mucha más serenidad.

Eva Gispert 16 de diciembre 2007

1 comentario:

SENDABIDE Psicoterapia familiar y de pareja Bilbao dijo...

Hola
Hemos pensado que os interesaría esto que hemos publicado:

http://detodosloscolores.blogspot.com/2008/03/en-las-escuela-cmo-acompaar-ls-nis.html

Saludos.

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