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viernes, abril 28, 2006

Adopcion. Relactancia - ¿podemos dar el pecho a nuestros hijos adoptados?


Adopción. Relactancia.

Me han pasado un artículo que habla de la relactancia, una técnica que permite a una madre adoptiva dar el pecho a su hijo.

Me ha parecido fascinante, pues no la conocía, pero con una buena estimulación del oído, el olfato y el tacto (succión de pecho), se puede conseguir dar el pecho a un hijo adoptado.

Agradezco a Carlos Díaz que me haya pasado el artículo y permitido publicarlo en este blog.

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¿PODEMOS DAR EL PECHO A NUESTROS HIJOS ADOPTADOS?


Cuando nació mi hijo Carlos, una de las pocas cosas que calmaban los famosos cólicos del lactante fue tomar el pecho. En aquellos momentos la lactancia no me pareció tan maravillosa como me habían comentado, puesto que en cuanto acababa de comer, el pobre empezaba con sus llantos y al mismo tiempo lo único que le calmaba era ponerle al pecho de nuevo. Esta situación fue crítica durante tres largos meses y dos más, algo más llevadera. Mi concepto de lactancia estaba pues, algo relacionado con “calmante a un desesperado”, si bien estaba contenta de que la leche le alimentara perfectamente y le hiciera crecer como un niño sano. Pero era imposible disfrutar de esa relación madre-hijo. Aún así pudo lactar durante siete meses.
A los dos años nació mi hijo Miguel, prematuro, y en esta ocasión la lactancia se convirtió en algo vital. Tenía en mis manos proporcionarle diariamente las defensas necesarias para salir adelante sin problemas. Con cinco meses y medio comenzó con crisis de “bronquiolitis” y me animaron a continuar dando el pecho durante todo el tiempo que me fuera posible para evitar tratamientos más agresivos. Miguel siempre tuvo gran facilidad para coger el pecho, por lo que con 21 meses, y ya caminando, como os podéis figurar, aún tomaba de mi leche. El vínculo que en esta ocasión creé con él fue maravilloso.

Durante el proceso de adopción de Sara YuanLing tuve mucho tiempo para pensar, como todos los que nos embarcamos en este hermoso, pero largo “embarazo”, y uno de los temas que me interesó fue este “La lactancia en niños adoptados” ¿Sería posible dar el pecho a mi hijo/a cuando ya estuviésemos juntos?

Según fui informándome a través de distintas fuentes, cada vez me convencí de que no era algo imposible. Sí un proceso más lento y costoso que de forma biológica, pero no un imposible.

Esta es alguna de la información más interesante que he podido conseguir sobre Relactación o Lactancia Inducida y que me gustaría compartir con vosotros:

“”Amamantar a un hijo que no se ha concebido por el camino de la biología no es sencillo. Pero se puede.
“Las madres que adoptan un bebé pueden amamantar, aún cuando no hayan tenido antecedentes de embarazo” afirma la doctora Mª Luisa Ageitos, consultora en el área de salud de UNICEF y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría.” Para que la glándula mamaria produzca leche se necesitan estímulos. De ellos el principal es la succión, pero son también importantes otros, como, por ejemplo, los visuales (ver al bebé), los táctiles (contacto físico entre la madre y el hijo) y los auditivos (el llanto)” dice la doctora Ageitos.
En relación con el bebé adoptado hay dos cuestiones fundamentales a tener en cuenta. La primera, favorecer el vínculo entre madre-hijo. La segunda, lograr que le bebé se agarre al pecho y que la mamá produzca leche. Es importante:
· Aclarar que no hay edad que impida intentar el amamantamiento de un bebé adoptivo.
· que se tengan unas expectativas razonables, ya que muchas madres adoptivas no producen toda la leche que normalmente necesita un bebé.””
Fuente: Valeria Shapira

Relactación o Lactancia Inducida Extraído del documento de la OMS WHO/CHS/CAH/98.14 Original Inglés. Traducido por Juan José Lasarte. Pediatra.

Indicaciones para la relactación: En el caso de la adopción para mejorar la unión madre-hijo tanto como para aprovechar otras ventajas de la lactancia materna.
El mayor estudio realizado hasta fecha consiste en una serie de estudios retrospectivos realizados por Auerbach y Avery.

Los factores que favorecen el éxito de la relactación podrían resumirse en los siguientes:

· La disposición del niño a mamar
· La edad del niño. En general, los niños están más dispuestos a coger el pecho cuanto más pequeños son. Los niños mayores tienden a estar menos dispuestos, especialmente si han un utilizado para su alimentación biberones
· Ser consciente de que es difícil predecir el tiempo que cada madre requiere para que produzca leche materna. Debe animarse a las madres a ser pacientes y a no tener expectativas concretas a cerca de cuando se producirán cantidades determinadas de leche.



Suplementador de lactancia

Existe en el mercado el suplementador, marca Medela, que permite al lactante tomar el suplemento mientras estimula el pecho con su succión.



¿Dónde podemos encontrar más información?

http://www.adoptemos.com.ar/lact.htm

http://www.unizar.es/med_naturista/lactancia%203/RELACTACION,.pdf

http://www.lactared.com.pe/profesionales.htm#lactancia

http://www.redmedica.com.mx/gfr/calm_i.pdf

http://www.medela.com/

http://www.lalecheleague.org/Lang/faqadopt.html


Nuestra experiencia personal

Unos meses antes de nuestra asignación compramos el suplementador de lactancia Medela, lo probamos con Miguel, que seguía tomando pecho, y en dos días se acostumbró a tomar leche simultáneamente del tubito adherido a mi pecho y leche materna. Pero cuando nos asignaron a Sara YuanLing y vimos que ya tenía dientes con 12 meses, me desanimó la idea de ponerle al pecho, hasta el punto que ni siquiera nos llevamos a China el suplementador.
Tras cuatro días conviviendo con ella y tres largas noches de intensos lloros propios de la adaptación, una noche en la habitación del hotel, me subió la leche sin yo estimular mi pecho en absoluto. He de reconocer que tenía una gran ventaja, y es que hacía tan solo seis meses que había dejado de amamantar a mi hijo Miguel, y posiblemente ante, de nuevo una situación de lloros, mis hormonas se revolucionaron. Y, por supuesto, aprovechamos esta hermosa oportunidad.
Fue una experiencia preciosa, que duró un mes y medio, a pesar de todas las limitaciones que encontramos:

· Primero, estaba dispuesta a que fuera una vivencia positiva y enriquecedora para las dos, así que en ningún momento intenté estimular mi pecho, para producir más leche de la que ella me demandase.
· Segundo, yo ya sabía que al tener la niña doce meses, habría perdido por completo el reflejo de succión con el que todos nacemos, y que no succionaría directamente de mi pecho, así que comenzamos primero con untar el chupete con el calostro que al principio produje y posteriormente aprendió a chupar, aunque no succionar, del pecho.


¿He creado con mi hija un vínculo más especial aún si cabe que si únicamente la hubiese alimentado con biberón? No lo creo, lo digo de todo corazón. Pero me ha encantado compartir con ella esta experiencia tan íntima y a la vez tan hermosa que se crea entre una madre y un hijo.

Deseo de todo corazón, que a alguno de los que habéis leído nuestro relato, le ayude a no sentirse sólo en este reto, por que para mí…HA SIDO MÁGICO.
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