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lunes, abril 21, 2008

Adopcion. No siempre es un camino de rosas

Adopcion. Adaptación. La Espera. Reflexiones. Relatos

Como dice la madre de Rosy en esta historia, qué pocas veces se habla en primera persona de los problemas y barreras que nos encontramos cuando adoptamos, no sólo antes de llegar a a brazar a nuestro hijo, sino después, durante su adaptación, las sensaciones de rechazo que padres e hijos sufren, las dificultades que supone integrar y querer a un nueco hijo que muchas veces viene empecinado a demostrar que él no puede encontrar unos opadres y una familia que lo quieran.

En este relato se ha publicado en http://www.explatclic.com/ , y aunque es un poco largo y requiere por tanto de un tiempo para leerlo, me ha gustado leer en primera persona los sentimientos, no siempre felices, de una madre hacia su hija adoptada.
Leer este tipo de testimonios levantan en mi dos sentimientos revueltos que mezclan la sensación agridulce de aquél que se entromete , como por el agujero de una llave, en las desgracias ajenas , y una sensación de alegría a la sinceridad de estos protagonistas que sabes que puede ayudar a tanta gente.
En esta historia, Me, la madre de Rosy, una niña adoptada con 6 años en la India, nos habla de las dificultades que tuvo y está teniendo en la adaptación de Rosy a su familia, y de cómo ve poco a poco que va superando sus dificultades.
Es un ejemplo como el reconocimiento de una situación puede ayudarte a darte cuenta de muchas cosas y poder entonces actuar de forma diferente que de otra manera no se te habría ocurrido. En este caso, Mer se empezó a dar cuenta que el problema de adaptación no era sólo de su hija, sino tambuén de ellos mismos, y que era necesario buscar apoyo externo con psicoterapeutas para resolverlo. Un final feliz, con mucho esfuerzo, pero feliz.
Hace observaciones muy interesantes sobre la importancia de estar preparado para adoptar, de los orígenes, y de las edades de los niños adoptados, y finaliza con un cuento precioso, sobre los protagonistas de esta historia.
Es muy interesante para cualquiera que haya adoptado porque puede verse reflejado en muchas de las sensaciones y experiencias que nos explica Mer, y también a los que hayáis tomado ya la decisión y estéis en fase de espera, para que veáis el "camino de rosas" , que como todos ya sabemos, aunque de rosas se trate, éstas no pueden estar más que llenas de espinas, pues ésa es su naturaleza, como en la adopción, su naturaleza, la complejidad de deseos, esperanzas, relaciones y pérdidas que en ella se mezclan, no puede más que proveerla también de algunas espinas que poco a poco tenemos que ir trabajando y desclavando de lo más profundo.
Otros artículos sobtre las dificulatdes y nuestro afán de superación:
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A menudo leemos testimonios muy positivos y emocionantes sobre experiencias de adopciòn. Me he preguntado si sólo a nosotros nos había tocado vivir una adopción con dificultad, o si fuera debido al pudor el que las parejas no compartieran “las sombras” de su experiencia adoptiva. Nos hemos atrevido a compartir con vosotros nuestro camino, menos idílico que otros, con la esperanza de que algunos puedan reconocerse en ella, y también con el deseo de que quien quiera adoptar, lo piense dos veces.

Acaban de cumplirse dos años de nuestro viaje a India (Bangalore) para buscar a Rosy, que entonces tenía “oficialmente” 6 años. Tenemos ya una hija biológica de 12 años, Irene. Rosy, a pesar de una historia tremenda de abandonos y malos tratos, es una niña afectuosísima, lista, alegre, con ganas de aprender, de vivir... Y entonces? os preguntaréis, cuál es el problema? El problema se presentó cuando en mí, la mamá (más que en el resto del sistema familiar) nació un rechazo, aparentemente inexplicable, hacia nuestra nueva hija. Una parte de mí deseaba esta segunda maternidad con tanta fuerza que nos hizo superar los años de espera, trámites, coloquios... que todos conocéis. Y una parte de mi rechazaba a esta niña (con los consiguientes sentimientos de culpabilidad): su ser prepotente, autocentrada, descarada, manipuladora, mentirosa... me sacaba de quicio. Me dije que probablemente ella tuviera que reconstruir la imagen de la madre, destruida después de los malos tratos, y que por eso me provocaba. Me dije que con el tiempo nos iríamos acercando, que habría llegado a amarla poco a poco. Me hice muchas preguntas y el tiempo pasaba sin que la situación mejorase, al contrario, Rosy me irritaba cada vez más y yo tomaba la defensa de nuestra hija mayor. He llegado a odiarme por mi incapacidad de amar a esta niña estupenda que se nos había donado. Empecé a pensar que el problema era mío y no suyo. Por algún motivo me sentía amenazada por esta personita y me cerraba en mí misma llena de tristeza. He llorado mucho, muchísimo en estos dos años. Y después de una de mis “bajadas al infierno” (como yo llamo a mis crisis de rechazo) me decidí a pedir ayuda. Hemos creído reconocer que no fuese ya sólo cuestión de tiempo, que era hora de actuar de otro modo (complementando lo que ya hacía el servicio psicosocial de la zona, que con gran comprensiòn y profesionalidad nos ha prorrogado el año preadoptivo).

Por suerte hemos encontrado buenìsimos psicoterapeutas, con los cuales estamos haciendo un trabajo importante, que esperamos incida positivamente sobre todo el sistema familiar. Tambièn Rosy necesitarà años para curar las heridas que tan bien esconde. Pues lo que quiero contaros es algunas de las cosas que hemos comprendido durante estos dos años. No tanto por lo que se refiere a mì (necesitarìa un libro), sino por lo que se refiere a Rosy, en cuanto niña abandonada, adoptada e immigrada. Espero que podàis encontrar razones para comprender lo que les ocurre a nuestros hijos adoptivos, que son siempre màs numerosos en nuestra sociedad.

ABANDONO Y SUPERVIVENCIA

Si muchos de nuestros hijos adoptivos han conseguido llegar hasta nosotros, despuès de haber sido abandonados y maltratados, es gracias a su capacidad de defenderse y sobrevivir en las dificultades y adversidades. Para conseguirlo han debido desarrollar habilidades propias de los adultos para poder huir, adaptarse a contextos hostiles, manipular la realidad para no sucumbir, mentir,... Deberà pasar mucho tiempo para que nuestros hijos “bajen la guardia”, se fìen completamente, y no necesiten sacar su parte “adulta”, que les ha servido para sobrevivir. Nuestros hijos, aunque no lo parezca, tienen un miedo atroz de perder nuevamente todo lo que tienen, como ya ha ocurrido antes. Miedo de ver desvanecerse el cuento de hadas. Promover la confianza no es siempre fàcil pero parece ser el camino màs eficaz. Las heridas de los niños abandonados son como fisuras en un càntaro: les hacen insaciables respecto al afecto que reciben. Parece que nada es suficiente para calmar esa sed. A esto podemos referir el frecuente protagonismo exasperado que vemos en muchos de nuestros hijos adoptivos: estar siempre al centro de la atenciòn como demanda de amor. Rosy quiere màs que nada en el mundo, una mamà, y no descansarà hasta que la tenga. Probablemente cuando estè segura de mi amor se relaje un poco. No se da cuenta de que su presiòn me asusta, que la pretensiòn y la exigencia no son el camino màs eficaz para obtener algo.

CASTIGOS Y LIMITES

Muchos de nuestros hijos adoptivos, cuando llegan a nosotros estàn acostumbrados a reconocer los lìmites a travès de las sanciones y los castigos corporales. A nosotros, occidentales, estas pràcticas nos resultan absurdas y nos cuesta marcar los lìmites a travès de los castigos. Y sin embargo para los niños acostumbrados a ello es muy difìcil cambiar los còdigos aprendidos durante años y pasar a otros màs racionales. De pronto el NO que estaba muy claro por un azote ahora sòlo se explica con palabras y les resulta difìcilmente reconocible. Y nosotros nos ponemos nerviosos por tener que repetir mil veces las cosas. Decìa Rosy cuando empezò el cole: “Aquì no pegan? Y còmo vamos a aprender?” A menudo me ha parecido clarìsimo que Rosy me estuviera pidiendo un castigo. Me he sentido fatal por haber usado castigos y bofetones (innecesarios con nuestra primera hija), hasta que nos hicieron comprender còmo esa modalidad pudiera ser un instrumento de contenciòn que ayudara a Rosy a reconocer la figura del padre/madre como “alguien que piensa por mi, que se ocupa de mì. No estoy sola”. Los niños adoptados (como tambièn los naturales) necesitan lìmites para no perderse, para ser contenidos. Aunque a nosotros nos cueste tanto esfuerzo o màs que ser afectuosos.

MENTIRAS

Muchos niños “mutilados” como Rosy, sufren un cierto retraso en el contacto con la realidad. Manifiestan sìntomas que normalmente los niños/as expresan alrededor de los tres años: un sentido de omnipotencia que denota la necesidad de creer que la fantasìa es la realidad. Confunden la realidad con la imaginaciòn. Con paciencia habrà que conducirlos hacia la realidad, aunque a los padres nos resulte complicado distinguir entre este fenòmeno y la mentira o la astucia para salirse con la suya una vez màs.

TERREMOTO EMIGRACION

A las muchas dificultades que encuentran nuestros hijos al cambiar personas de referencia cuando son adoptados, hay que añadir las dificultades de cambiar de cultura.

Sinceramente no creo haber dado bastante importancia a este aspecto al pensar en la adopciòn internacional (con todo el “halo de bondad” que arrastra). El problema es màs grave cuanto màs alta es la edad de los niños/as. Rosy ha vivido casi siete años de su vida “entrenàndose” para sobrevivir en una sociedad/cultura que de pronto desaparece. Y todas aquellas costumbres, reglas, habilidades... a menudo chocan con las de la nueva cultura (comer con las manos, caminar descalza, pegar para castigar, los roles en la familia, la lengua....). De pronto se le pide aprender nuevas reglas, costumbres, habilidades,...y de prisa. Imaginemos lo que todo esto puede significar para la seguridad primaria de un niño/a: nada de lo que servìa para sobrevivir sirve ya. Al contrario.

Desde que Rosy llegó està intentando comprender lo que significa en el nuevo contexto occidental “ser una niña, de 8 años, hermana, hija, nieta, estudiante, de cierta clase social,...”, lo que se espera de ella. Un esfuerzo titànico!

He descubierto en este proceso que hay muchos psicòlogos que no estàn de acuerdo con las adopciones internacionales, con gran escàndalo por parte de muchos. Tengo que reconocer que yo tambièn he reconsiderado mi opiniòn al respecto.

Ademàs hemos descubierto otra cosa: Rosy ha traìdo una fuerte dosis de diversidad a nuestra familia. Una diversidad cultural y relacional. En mi superficialidad y presunciòn preadoptiva creìa que nosotros no ìbamos a tener particulares dificultades en la adopciòn de Rosy. Nosotros, “una pareja sòlida, culta, socialmente comprometida y politicamente correcta” ciertamente habrìamos superado todo sin dificultad. Y justamente ahì hemos encontrado una de las dificultades. No contàbamos con nuestra rigidez desde el punto de vista ideològico, ètico e intelectual. La pobre Rosy ha caìdo en una familia con grandes expectativas sobre ella, que ejerce una presiòn y un control altìsimos. Probablemente familias màs sencillas y flexibles son màs capaces de adoptar a una persona “distinta”. Imagino que este aspecto no es algo fàcil de evaluar en las entrevistas preadoptivas, pero creemos que hay que tomarlo seriamente en cuenta. Para nosotros ha significado un buen palo de humildad y para Rosy una dificultad màs. El psicòlogo de Rosy nos dice que ella siente una gran rabia dentro, contra la vida, contra el mundo. En nuestra familia “no està permitido” pegar, gritar, amenazar... expresar la rabia de ese modo. Por lo que ella se busca otros canales para sacarla: provocarnos hasta que a alguien (a menudo Irene o la madre) le salten los nervios, griten y se enfaden... Pero es tan agotador hacer de “canal” para su rabia.... A veces siento que me quiero rendir.

LA EDAD: ADOPTAR NIÑOS MAYORES

A menudo nos hemos preguntado si hubiera sido màs fàcil adoptar un niño pequeño. La respuesta probablemente sea sì, pero no sòlo eso. Durante la terapia he descubierto que yo (o nosotros) no tendrìamos que haber recibido la “idoneidad” para adoptar, y menos aun para adoptar niños/as mayores. Yo, ahora, estoy de acuerdo. No todos estamos capacitados para adoptar (existe una gran ingenuidad al respecto: se piensa que basta el amor) y la edad es una dificultad añadida. De hecho todos los padres intentamos adoptar niños pequeños, luego la agencia de turno te propone elevar la edad (“porque nadie quiere adoptar niños mayores”). Tù aceptas porque te sentirìas fatal si te negaras, aunque tienes miedo. Pero yo digo que, conociendo las estadìsticas (el 15% de los niños son restituìdos!!!! doble trauma!) no se tiene que proponer la adopciòn de niños mayores a qualquier pareja. La responsabilidad es enorme, respecto al sufrimiento de los niños como al de los padres. La pareja necesitarìa ser preparada y acompañada posteriormente muy bien, y no se suele hacer.

LA HISTORIA: PUNTO Y SEGUIDO

Bueno, hasta aquì algunas reflexiones que hemos hecho en nuestro camino, por si le sirven a alguien. Hace pocos dìas hemos recibido la confirmaciòn de la adopciòn. Ha sido un momento emocionante. Hoy estamos felices, pero ha habido momentos en los cuales no sabìamos si nos habrìamos quebrado bajo el peso del dolor. Han sido dos años intensos y difìciles. Muchos nos dicen que èsta ha sido la ocasiòn de nuestra vida. El desierto que hemos atravesado para poder alcanzar la Tierra Prometida. Aún nos queda camino por delante, pero seguramente hemos crecido y aprendido muchìsimo. De momento, como los peregrinos de Santiago, lanzamos el bastòn al aire porque a lo lejos ya hemos visto el campanario. Aunque aún nos queden dìas de camino, tormentas y cansancio. Y si hemos llegado hasta aquì, es tambièn gracias a tantos amigos y familiares que nos han escuchado, sostenido y empujado. No dejèis de hacerlo, por favor.

Hemos pasado unos dias muy dificiles. Rosy hace tiempo que nos quita cosas, las esconde, las regala, las rompe... como para "castigarnos" (en clase no lo hace), se mete en líos con mentiras, etc. En medio de esta tensión ha ido donde una familia amiga y le ha pedido si la pueden adoptar. Imaginaos lo que he llorado yo ayer cuando lo he sabido. Todo parece indicar que no es feliz. Que quiere que la queramos y que, o no es suficiente, o no le llega nuestro amor. Reconozco mi dificultad de amar a quien me da patadas constantemente. La escalation no ayuda y ella (segun el psicólogo) vive lo que en lenguaje tecnico se llama "la identificaciòn con el agresor": lo que ha sufrido lo hace ella, creyendo inocentemente que funciona para atraer el amor, en vez de para hacerlo escapar. Bueno, el caso es que despuès de tanto llanto, me decidì a escribirle una carta que expresara lo que no consigo expresar de otro modo, y ella pide a gritos. Le dejè la carta cuando me fuì al pleno del ayuntamiento y la leyò con su papi. Llorò mucho de emociòn, estaba feliz, decìa cosas lindísimas, positivas, negativas,... me escribiò una carta con dibujitos tambièn lindísima dicendo que no quiere otra familia, y que quiere ponerse los vaqueros como su hermana (estaba castigada depuès de haberlos cortado dos veces). Esta mañana los llevaba puestos y toda feliz me ha abrazado diciendo que mi carta es su regalo preferido y que la ha metido en su caja de los tesoros. Deseo tanto que podamos empezar de nuevo, como si nos encontraramos por primera vez...

Ahì va la carta. Me ha costado mucho, y sòlo despues de 4 años y de tanta terapia he podido escribirla. Hace sólo un año no habrìa sido capaz.

Querida pequeña Rosy:


Tu eres mi pequeña, mi florecita, mi chocolatina preferida. A donde pofrìa ir yo sin tì? Què serìa de nuestra vida sin tu sonrisa? Come podrìa vivir yo si tu te fueras? Me morirìa de tristeza yo...

Sè que no soy la mamà que tu habìas soñado. Talvez tu soñaras una madre afectuosa y dulce, que te mimase y acariciase a menudo. Y en cambio te ha tocado una mamà que es un poco oso, que le cuesta tanto ser tierna. Sè que probablemente soñabas con una mamá que no se enfadase por tus travesuras, y en cambio yo me enfado por las cosas pequeñas y grandes, soy rígida y a menudo antipática.

Querida Rosy: tu dices que te da pena no parecerte a ninguno de tus padres. Y yo te digo que tu y yo nos parecemos mucho màs que Irene y yo. Yo tambièn soñaba una hija que me quisiera, que no me hiciera enfadar, de quien poderme fiar y sentir orgullosa. Ambas somos testarudas y queremos salirnos con la nuestra.

Ves? El buen Dios nos ha puesto en el mismo camino, juntas, aunque no nos resulta fàcil convivir. Y a ambas se nos ha dado la tarea de ayudar a la otra a ser feliz. Tu tienes que ayudarme a mi a aprender a amarte y a fiarme de ti. Yo tengo que ayudarte a no tener miedo y a sentirte amada.

Porque aunque a veces te cueste creerlo, nosotros te amamos muchisimo, y no permitiremos que nadie te haga daño. Pequeño pollito de chocolate, que ha llegado a nuestra vida para traernos el sol (y algunas tormentas). Gracias por existir y por ser nuestra hija. Rezo y espero tanto que un dìa seas feliz junto a nosotros. Yo lo intentarè con todas mis fuerzas. Y tu?

Tu mami mer

LAS LUCES (que no todo son sombras):
CUENTO DE UNA FLORECITA LLAMADA ROSY

Erase una vez un paìs especial, donde en invierno no hacìa demasiado frìo y en verano no hacìa demasiado calor. Era un bonito dìa de primavera cuando, al calor del sol, naciò una preciosa florecita. Por desgracia el cielo se cubriò de nubarrones y empezò a llover muchìsimo. Tanto lloviò, que el rìo se saliò de su cauce, y con furia se llevò a la flor que habìa ayudado a nacer a la pequeña florecita. Era pequeña y muy linda, y despuès del temporal se sintiò muy sola. A pesar de que el sol se esforzase en calentarla y el viento intentase acunarla, la florecita temblaba de frìo y de miedo. El viento, volando por doquier, en seguida se diò cuenta de lo que ocurrìa, y decidiò informar al topo jardinero, que es el que se encarga de preparar un lugar adecuado a las florecitas solares, que normalmente tienen miedo o estàn tristes. La pequeña flor fue acompañada con todo cuidado al gran jardìn y le fue regalado un bonito nombre: ROSY. En el gran jardìn Rosy conociò a muchos amigos que estaban cerca de ella. Ya no se sentìa tan sola. Aprendiò a jugar, a reir, a bailar... y sobre todo empezò a esperar la llegada de mamà y papà. El topo jardinero, de hecho, habìa avisado a la golondrina Domitila, una golondrina muy especial, que viajaba por muchos jardines buscando papàs y mamàs para las flores solas. Mientras tanto, en un paìs lejano, donde en invierno hace mucho frìo y en verano mucho calor, vivìan Merche y Guido, una pareja de flores que se querìan mucho, junto a una florecita llamada Irene, y eran felices. Su jardìn era pequeño pero bonito. El perfume de su amor llenaba el aire. Guido y Merche habìan preparado tambièn en sus corazones un sitio especial esperando que pronto pudiera nacer otra preciosa florecita. Espera que te espera, el tiempo pasaba pero la florecita no nacìa. Merche y Guido decidieron entonces hablar con la gran Encina, que es muy sabia. Despuès de haberles escuchado les dijo que no se preocuparan; si habìan preparado bien el lugar en sus corazones, antes o despuès, la flor nacerìa. Una frìa tarde de invierno la golondrina Domitila recibiò la comunicaciòn de la gran Encina y en picada se precipitò al jardìn de Guido y Merche a llevar la buena noticia: la florecita Rosy habìa nacido ya, pero vivìa en un jardìn lejano y llevaba tiempo esperàndoles. Y asì fue como en lo que canta un gallo mamà Merche, papà Guido y la hermanita Irene se echaron a volar, ansiosos de encontrar y conocer finalmente a su pequeña flor.

Llegaron al gran jardìn muy nerviosos. Rosy les estaba esperando de la mano del topo jardinero, y echò a correr hacia ellos. Sus corazones les saltaban en el pecho y todos se abrazaron emocionados. La pequeña nueva familia volviò al pequeño jardìn, donde muchos amigos habìan preparado una gran fiesta que continúa todavìa hoy. Porque mamà Merche, papà Guido, Irene y la pequeña Rosy han aprendido que cuando estàn juntos y se quieren es siempre FIESTA!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Con todo respeto, me parece que publicar la carta que le escribiste a tu hijita y que ella tan feliz está guardando en su "Caja de tesoros", para que todos la puedan leer, es un atentado contra su intimidad. Te lo digo yo que también soy madre por adopción y que también he tenido problemas de adaptación con mi hijita, pero gracias a Dios se han superado casi en su totalidad, pues a diferencia de tí, soy muy tierna, cariñosa, "apapuchadora" y mimosa. Será porque soy latina? No sé

Naga Blog dijo...

Entiendo perfectamente lo que comentas , pues como he comentado en la introducción del artículo, es exactamente esta sensación agrudilce que tengo cuando leo testimonios en primera persona, que aunque entiendo son muy útiles para muchas personas , no puedo evitar verlos como que también son un exceso de la confianza que en nosotros depositan nuestros hijos y que debemos por tanto saber corresponder.

Suerte y gracias por tu comentario

Anónimo dijo...

Disiento profundamente de la opinión de “Anónimo”, ya que considero que Mer ha demostrado tener un valor sin límites al decir públicamente cuáles son sus sentimientos hacia su hija Rosy, y en cuanto a la publicación de la carta, no ha hecho más que gritar a los cuatro vientos el amor que siente por ella y la frustración que le produce el hecho de que las cosas no sean como había imaginado… Aunque la carta se la escribiera a su hija, se trata de SUS sentimientos, y encuentro que tiene entera libertad para expresarlos cómo y donde quiera.
Siguiendo con el comentario de “Anónimo”, y con referencia al tema de ser tierna y cariñosa, parece ser que de todo el artículo solamente se queda con la parte emotiva, haciendo caso omiso del párrafo “Castigo y límites”, donde se habla claramente de la necesidad de la propia Rosy de que le paren los pies y le pongan límites, muchas veces en contra del sentir de Mer.
Mer, no sé si llegarás a leer esto, pero quiero hacerte llegar mi simpatía y mi deseo de que, por fin, tu familia se normalice y alcancéis la felicidad que os merecéis. También quiero darte las gracias por compartir tu experiencia y abrirnos los ojos a los que, como tú, pensamos que a nosotros esas cosas no nos ocurrirán.

Suerte.

Naga Blog dijo...

Muchas Gracias Javioer por tu comentario y tu sinceridad.

Opino, como tu, que Mer ha hecho un ejercicio titánico para compartir con el mundo sus sentimientos y los de su familia, y que le deseamos todos, lo mejor del mundo para que todo se arregle con respecto a la adaptación de su hija, pero no hay que dejar de lado que nuestros actos a veces afectan también a la intimidad de nuestros hijos, y que por tanto debemos tenerlo en cuenta, que es lo que se desprende de anónimo, que aprovecho para decir que es una lástima que no haya firmado.

Es una balanza , particular para cada uno, pero que todos debemos tener claro que hay que sopesar antes e actuar.

Suerte.

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