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miércoles, marzo 08, 2006

El elefante encadenado, de Jorge Bucay

Este es un cuento que pone de manifiesto cómo nuestras conductas están muchas veces, y valga la redundancia, totalmente condicionadas por elementos atávicos que permaneces ocultos e imperceptibles a nuestros sentidos pero que determinan nuestro comportamiento y nuestra capacidad de evolucionar.

EL ELEFANTE ENCADENADO

-No puedo- le dije- iNO PUEDO!
-Seguro?-me pregunto el gordo.
-Sí, nada me gustaría mas que poder sentarme frente a ella y decirle lo que siento... pero sé que no puedo.
El gordo se sentó a lo Buda en esos horribles sillones azules del consultorio, se sonrío, me miro a los ojos y bajando la voz (cosa que hacia cada vez que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
-Me permitís que te cuente algo?-
Y mi silencio fue suficiente respuesta.
Jorge empezó a contar:

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mi como a otros, después me entere, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal...pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera a penas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
Que lo mantiene entonces?
Porque no huye?
Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunte entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explico que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
-Si esta amaestrado porque lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca....y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no se escaba porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imagine al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujo, tiro y sudo tratando de soltarse, Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para el.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal acepto su impotencia y se resigno a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE.
El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamas ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamas....jamas....intento poner a prueba su fuerza otra vez.....

-Y asi es, Demian. Todos somos un poco como ese elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, probamos y no pudimos.
Hicimos, entonces, lo del elefante: grabamos en nuestro recuerdo:
NO PUEDO.......NO PUEDO Y NUNCA PODRE
Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca mas lo volvimos a intentar.
Cuando mucho, de vez en cuando, sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma:
NO PUEDO Y NUNCA PODRE!!!!
Jorge hizo una larga pausa; luego se acerco, se sentó en el suelo frente a mí y siguió:
-Esto es lo que te pasa, Demi, vivís condicionado por el recuerdo de que otro Demian que ya no es, no pudo.
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón....
...TODO TU CORAZON.

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