Adopción. Adaptación. Consejos sobre el "Síndrome de la institucionalización"
Adopción. Adaptación. Esta es a primera parte de un artículo que he leído en la web de la asociación atlas. http://www.asatlas.org/ Nos habla del "síndrome de la institucionalización", es decir, de los riesgos que pueden tener algunos niños que han estado en una institución, y del papel tan importante que jugamos los padres y la familia en conseguir su adaptación. Da también un resumen sobre algunos consejos que es bueno tenerlos en cuenta. Más adelante pondremos la segunda parte, donde da pautas de comportamiento más detalladas , sobretodo para los primeros meses que estamos con nuestros hijos. Como siempre, el saberse poner en la piel de nuestros hijos, y el amor que siempre deben percibir de nosotros, son dos de los aspectos que se repiten en estos artículos, y que deberían siempre marcar la pauta de todos los padres con sus hijos. " "-------------------------------------- inicio del artículo -------------------------- Ronald S. Federici Este articulo está traducido y resumido desde www.drfederici.com Es un neuropsicólogo norteamericano pionero en los estudios de niños de adopción, con varios libros publicados sobre la evolución de niños adoptados de países del este, sus recomendaciones forman parte de muchas terapias, los consejos que aporta a las familias de gran valor y de una sensibilidad que podréis reconocer. Por todo ello es mi autor favorito. Ronald S. Federici, Psy.D. Diplomate-American Board of Professional Neuropsychology (ABPN) Diplomate-American Board of Medical Psychotherapists (ABMP) Fellow in Psychopharmacology-Prescribing Psychologists Register (FPPR) Diplomate-American Board of Disability Analysts (ABDA) Se destaca en las cifras oficiales del U.S. Inmigration and Naturalization Service que en el año 1999 en EE.UU. se realizaron 16.396 adopciones con un incremento del 250 % contados desde 7 años atrás. Se considera a estos menores que provienen de instituciones como sujetos con alto riesgo a causa de la acción creada por los centros de acogida de pobre funcionamiento, es el denominado síndrome de la institucionalización. Dicho síndrome está originado por la confluencia de diversos factores negativos en edades muy tempranas, situaciones como la deficiente alimentación, falta de cuidados y estímulos auditivos y visuales, carencia de numero adecuado de cuidadores y escasos cuidados sanitarios crean, en conjunto, un bajo nivel de desarrollo tanto físico como cerebral y socio-emocional. Estos niños necesitan de una unidad de familia paternal estable y segura con una jerarquía de valores, junto con una abundancia de experiencias puras, físicas y emocionales, maternales y paternales Es frecuente en los primeros momentos que los padres se vean preocupados porque sus afectos se vean rechazados a causa de una privación de los afectos maternales que originan las adecuadas experiencias sensoriales afectivas provocando entonces una reacción a la defensiva en el niño. Los padres deben ser conocedores de estos aspectos y preparados para esta potencial experiencia provocativa del menor. Algunas familias intentan dar de manera mas obligada el confort familiar, cuando las capacidades del niño a este tipo de accesos al cuidado familiar aun no están formadas. Otros métodos que han sido desarrollados con gran éxito es el de proporcionar una amplia gama de actividades de juegos y de desarrollo que realicen juntos la madre, el padre y el niño. Así, como ejemplo, el empleo de juguetes infantiles que impliquen texturas diferentes, colores, ruidos y música en actividad con los padres permitirá al niño crear una red de seguridad, de conexión con sus padres diferente a la anterior de estancia solitaria y aislada como habrán sido sus experiencias más tempranas. Puede haber casos de niños que prosigan en esta actitud defensiva e inconsolable, pero los padres deben seguir proporcionando el constante contacto y calor humano y seguir trabajando por solucionar los problemas alimenticios que son la expresión de una actitud de defensa motor-oral. Esta resolución de los padres supone aumentar sus dosis de paciencia y de tolerancia ya que no es recomendable delegar estas labores en personal contratado u otros miembros de la familia. Con constancia, gradualmente el niño vencerá este modelo defensivo y aprenderá a hacerse un niño sano y provechoso En los casos de niños más crecidos, se une la carencia de experiencias de desarrollo-educativas. A menudo se desarrolla un sentido prematuro de independencia y autonomía, son dejados a sus propias evaluaciones para explorar el mundo institucional, aprende su vocabulario, su higiene y su nutrición. Estas experiencias son hechas sin la supervisión apropiada, sin disciplina y cuando esta aparece lo hace rudamente o de manera inquietante. Así se crea una jerarquía de valores institucional típica de la teoría darwiniana de supervivencia del más apto. En estos casos los intereses de la educación del niño deben primar, las familias recién-adoptivas deben entender que ellos pueden ser una experiencia extraña y que pueden verlos como objetos de manipulación para conseguir todo lo que ellos no han podido tener, alimento, ropa, juegos y socialización. En la mayoría de los casos inicialmente el niño es cooperativo, apareciendo una serie de problemas que van emergiendo en el transcurso del tiempo, como comportamiento encantador superficial, dificultades al contacto visual, afecto indiscriminado con extraños, tendencias destructivas, mentiras y engaños, demandas inapropiadas y agresivas; desafíos a la disciplina, retrasos cognoscitivos, estructura del lenguaje deficiente. Los niños con estas dificultades cognoscitivas luchan enormemente en casa y en la escuela si no son precozmente evaluados. El ambiente institucional ya ha colocado al niño en peligro de sufrir un retraso en el desarrollo, entonces al establecer una nueva familia con un sistema educativo con exigencias para el cual no esta preparado, puede comenzar un ciclo de tensiones enormes entre los padres, en particular si estos no han tenido experiencias anteriores de educación infantil. Hasta la familia mas experimentada puede quedar exasperada por un niño de estas características. Los padres, en su deseo honesto de arreglar lo que el niño ha perdido en sus años de institucionalización intentan nutrir el amor y la estimulación perdidos, pero son experiencias que el niño nunca ha tenido antes, también puede ocurrir que los padres promuevan comportamientos de orfanato como la exigencia a gritos y cierta agresividad para propulsar así el conocimiento de una montaña de experiencias nuevas, cuando en realidad el niño tiene una inhabilidad en comprender para lo que es requerido por sus padres en términos de comportamiento. A esta situación descrita hay que añadir en los casos de niños con síndrome postinstitucional mas allá de los 3-4 años de edad con un grado de inaccesibilidad provocado por estrés post-traumático o por cuadros de depresión infantil por abandono que pueden ser severos, con signos de irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, letargo y desaliento, actitud distante y descontrol severo conductual. En cambio también hay muchos niños que responden sumamente bien a su ambiente de familia adoptiva y que puede ser debidas a una adecuada actuación del personal del orfanato o factores desconocidos. "
Asociación Atlas. Comisión de SaludDevelopmental Neuropsychologist
2 Dr. Ronald S. Federici, Developmental Neuropsychologist
RASGOS Y CARACTERISTICAS DEL NIÑO POST-INSTITUCIONALIZADO DE ALTO RIESGO.-
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