Adopcion. Perdidas en la adopcion
Adopcion. Adaptacion. Postadopcion.
Este artículo esun fragmento del libro La aventura de convertirse en familia, que ha escrito Beatriz Sanroman que es madre adoptiva de una niña que nació en Haiti, y que participó en la tertúlia que se habló sobre la familia biológica, y en la que Beatriz nos comentó su interesante punto de vista.
En este fragmento que publicamos, no está dedicado a las familias biológicas, sino que nos pareció una muy interesante reflexión sobre la situación de los tres elementos que juegan un papel clave en la adopción, pues sin ellos no sería posible, y son la familia biológica, los padres adoptivos, y lo más importante, el niño.
Nos habla de las pérdidas que cada uno de ellos viven, y se centra sobretodo en la que viven nuestros hijos, y en la importancia que tiene el ser conscicentes de ello para poderlo ayudar a medida que avance en sus duelos.
Es importante pensar que la pérdida de la familia biológica no se produce en un momento dado, sino que es un hecho que existe, que está ahí desde el inicio, pero que el niño lo va comprendiendo y asumiendo de diferente forma a medida que crece y es capaz de analizar y racionalizar la realidad de la vida, y hay que saber estar alerta y ayudarlo a comprender su realidad de la forma más sencilla y clara posible.
Es por ello que hemos querido publicar este fragmento del libro que si todavía no lo habéis comprado aprovechamos para aconsejamos que lo compréis, que podéis también leer online en este enlace.
Otros artículos :
Adopcion. El mundo interno del niño adoptado
Adopcion. La Espera. Las pérdidas en la adopción
Artículos sobre adopcion
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Pérdidas en la adopción
Está claro lo que pierden los padres biológicos con la adopción. No nos es difícil imaginar el dolor de una madre que se ve obligada por las circunstancias a renunciar a criar y ver crecer a su hijo. En cambio, las pérdidas de los padres adoptivos y los hijos no se presentan siempre de forma tan evidente.
Independientemente de lo convencidos que estemos de que es nuestra opción para formar una familia, lo cierto es que la adopción conlleva también pérdidas para los padres. Nos perdemos su primer llanto, su primera sonrisa, sus primeras horas, días o años. Si antes de llegar a la adopción te enfrentaste a un problema de infertilidad, perdiste el hijo que deseaste un día, un hijo que tuviera tus mismos rasgos y los de tu pareja. Aún cuando la infertilidad no haya tenido nada que ver en tu decisión de adoptar, carecerás de mucha información sobre tu hijo, de sus antecedentes clínicos... Si tu hijo es físicamente muy diferente a tu familia, perderás también el anonimato y la capacidad de pasar desapercibido.
La pregunta realmente interesante es ¿qué pierden los niños en la adopción?
Por supuesto que la adopción supone para ellos el calor y el amor de una familia, pero como padres no podemos obviar lo que nuestro hijo ha perdido en el camino:
- la segundad y confort que proporcionan los lugares conocidos
- la relación con un cuidador por el que sentía un especial apego
- la relación con sus padres biológicos
- la relación con sus hermanos y otros familiares biológicos
- la conexión genética
- la herencia de su cultura de origen
Puede que tú hayas ya asimilado tus pérdidas, pero tu hijo necesitará pasar el duelo por las suyas. Como ocurre con la muerte de un ser querido, el duelo en la adopción está compuesto por una variedad de emociones: la negación, el enfado, la tristeza...
Como en cualquier pérdida importante, nuestros hijos se verán muchas veces en la vida enfrentados al dolor que les produce.
Como padres, nos encantaría evitárselo, pero no es posible.
Casi con toda probabilidad, reaparecerá en distintos momentos y por diferentes motivos a medida que crezcan y comprendan realmente lo que implica la adopción.
No temas ni rechaces su dolor. Evitar hablar de aquello que le entristece no disminuirá su sufrimiento, sino todo lo contrario. Compartir contigo su dolor fortalece vuestra relación.
Este artículo esun fragmento del libro La aventura de convertirse en familia, que ha escrito Beatriz Sanroman que es madre adoptiva de una niña que nació en Haiti, y que participó en la tertúlia que se habló sobre la familia biológica, y en la que Beatriz nos comentó su interesante punto de vista.
En este fragmento que publicamos, no está dedicado a las familias biológicas, sino que nos pareció una muy interesante reflexión sobre la situación de los tres elementos que juegan un papel clave en la adopción, pues sin ellos no sería posible, y son la familia biológica, los padres adoptivos, y lo más importante, el niño.
Nos habla de las pérdidas que cada uno de ellos viven, y se centra sobretodo en la que viven nuestros hijos, y en la importancia que tiene el ser conscicentes de ello para poderlo ayudar a medida que avance en sus duelos.
Es importante pensar que la pérdida de la familia biológica no se produce en un momento dado, sino que es un hecho que existe, que está ahí desde el inicio, pero que el niño lo va comprendiendo y asumiendo de diferente forma a medida que crece y es capaz de analizar y racionalizar la realidad de la vida, y hay que saber estar alerta y ayudarlo a comprender su realidad de la forma más sencilla y clara posible.
Es por ello que hemos querido publicar este fragmento del libro que si todavía no lo habéis comprado aprovechamos para aconsejamos que lo compréis, que podéis también leer online en este enlace.
Otros artículos :
Adopcion. El mundo interno del niño adoptado
Adopcion. La Espera. Las pérdidas en la adopción
Artículos sobre adopcion
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Pérdidas en la adopción
Está claro lo que pierden los padres biológicos con la adopción. No nos es difícil imaginar el dolor de una madre que se ve obligada por las circunstancias a renunciar a criar y ver crecer a su hijo. En cambio, las pérdidas de los padres adoptivos y los hijos no se presentan siempre de forma tan evidente.
Independientemente de lo convencidos que estemos de que es nuestra opción para formar una familia, lo cierto es que la adopción conlleva también pérdidas para los padres. Nos perdemos su primer llanto, su primera sonrisa, sus primeras horas, días o años. Si antes de llegar a la adopción te enfrentaste a un problema de infertilidad, perdiste el hijo que deseaste un día, un hijo que tuviera tus mismos rasgos y los de tu pareja. Aún cuando la infertilidad no haya tenido nada que ver en tu decisión de adoptar, carecerás de mucha información sobre tu hijo, de sus antecedentes clínicos... Si tu hijo es físicamente muy diferente a tu familia, perderás también el anonimato y la capacidad de pasar desapercibido.
La pregunta realmente interesante es ¿qué pierden los niños en la adopción?
Por supuesto que la adopción supone para ellos el calor y el amor de una familia, pero como padres no podemos obviar lo que nuestro hijo ha perdido en el camino:
- la segundad y confort que proporcionan los lugares conocidos
- la relación con un cuidador por el que sentía un especial apego
- la relación con sus padres biológicos
- la relación con sus hermanos y otros familiares biológicos
- la conexión genética
- la herencia de su cultura de origen
Puede que tú hayas ya asimilado tus pérdidas, pero tu hijo necesitará pasar el duelo por las suyas. Como ocurre con la muerte de un ser querido, el duelo en la adopción está compuesto por una variedad de emociones: la negación, el enfado, la tristeza...
Como en cualquier pérdida importante, nuestros hijos se verán muchas veces en la vida enfrentados al dolor que les produce.
Como padres, nos encantaría evitárselo, pero no es posible.
Casi con toda probabilidad, reaparecerá en distintos momentos y por diferentes motivos a medida que crezcan y comprendan realmente lo que implica la adopción.
No temas ni rechaces su dolor. Evitar hablar de aquello que le entristece no disminuirá su sufrimiento, sino todo lo contrario. Compartir contigo su dolor fortalece vuestra relación.
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